Un dulce acento me despierta de mi sueño niebla.mi cabello trazo mapas en tus mejillas, como las pinceladas de un asesino sin piedad.Mis manos sin piedad. Tus manos sin piedad.En un nudo despertamos.
Dedos quebrados, bocas selladas,y un miedo infernal que sento en cada letra,en cada corazon, en cada mirada estatica.Como una espina de rosa en mi lengua.
Soy miedos, tristezas, angustias,soy veranos malgastados bajo cielos,llovizna de errores, recelos,y el horror, latiendo en un suspiro.
Estoy construido con las sombras de lo que fuiste,y me quede atrapado,entre tus quince y diecisiete años.entre tus ojos y mis ojos, blancos, como un instante...del cual, al escapar, mas me atrapo,como el animal en la trampa,que al intentar escapar desgarra.
Soy solamente un bonito recuerdo de un verano aburrido en el que no habia algo mejor que hacer.
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