No fue un sueño.
Bailamos en el campo de exterminio
mientras bombardeabamos sonrisas
y encerrabamos a nuestros hijos en camaras de gases.
Arrancabamos el lienzo que decoraba la tarde
y lo reemplazabamos por una protectora sensacion
a base de un coctel de bombas dulces y suaves.
Cantabamos canciones, de porvenires felices,
de primaveras heladas o inviernos en llamas.
Inventabamos juegos para pasar el tiempo,
adornando cadaveres con cintas de colores,
y usando ancianos como antorchas para espantar el frio de nuestros cansados huesos.
Pasabamos nuestros dias ignorando que el enemigo
tomaba nuestros descuidos como invitaciones,
aprovechando que nuestros ojos se cerraban
con los estallidos de nuestros labios explosivos.
Y asi crecimos, bajo tormentas de arena y escombros,
cubiertos de polvo de estrellas y sueños de libertad.
Libertad! gritaba el pueblo de tu corazon,
mientras mis rodillas sangraban por haber golpeado el piso derrotado,
activando minas e infectandome de molotovs de amor sin remitente.
Libertad! gritaba el pueblo de tu corazon.
Ahora bailas sola.
Y yo lleno mi boca con amigos de plomo,
y sensaciones de alivio disfrazadas de suicidios.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment