El final es el comienzo.

Cuando mis ojos se cierran
en la oscuridad, un suspiro frio.
Se aleja de mi el mundo,
segundos, días, meses y años.

"Quizas nunca regrese, mi amada" dijo el.
"Pero en este último adios, tu nombre descansara siempre,
latente, como un símbolo que derrotó al tiempo"

Como una inevitable tragedia, o una horrorosa ecuación del fin,
dibujada sobre un rostro blanco,
mi vida reposa en mantos de llanto.

22:43, frio metal sobre fria piel,
y un mundo que alrededor se viene abajo,
como castillos de arena en la orilla del mar, en un día de invierno.

El tiempo puede alejarme, borrarme, arrancarme de todo,
pero siempre habra una palabra que prevalezca,
no importa que tan lejos, o que tan solo me encuentre.
Ni que la falta de calma se pose en mi.

Más alla del muro del tiempo,
te estare esperando.